sábado, 12 de marzo de 2011

Monjas “ahorradoras” o “no ahorradoras”…




Desde un principio, he querido que este blog solo abordase temas alternativos, excluyendo noticias de contenido político, religioso, económico, deportivo, o cualquier otro motivo que, pudieran ofender a los lectores habituales. Pero en esta ocasión no me he podido contener. Lo siento por quien pueda sentirse herido en sus creencias.

Todo empezó el pasado 27 de Febrero del año de nuestro Señor. En dicha fecha, uno o varios ladrones entraron en el convento cisterciense de clausura de Santa Lucia, ubicado en el barrio de Casablanca en Zaragoza, y robaron a las monjitas que allí residen, una cantidad considerable de dinero. Muchos os preguntareis como pudieron robar en un convento de clausura, la policía también se lo pregunta. Y, no por el hecho de que el convento fuese de clausura, ya que abre sus puertas todos los domingos durante hora y media para que los creyentes puedan participar de la santa misa, sino porque los ladrones, tan solo forzaron tres cerraduras: la de la entrada, la de la habitación donde se guardaba el dinero (solo una, de un pasillo de 12 habitaciones) y la del armario que contenía los fondos.

Lo del dinero es otra historia. En un principio, la madre superiora, en su denuncia a la policía del 28 de Febrero, declaró que el robo había sido de un millón y medio de euros, en billetes de quinientos, guardados en bolsas de plástico en el interior de un armario. Sin embargo, el 1 de Marzo (fecha en la que contactaron con su actual abogado), la misma monja cambio su declaración y redujo el botín, a tan “solo” 450.000 euros. Ya lo dice el refrán “rectificar es de sabios…”.

El origen del dinero también es incierto. La primera declaración explicaba que eran los “ahorrillos” de cuarenta años de trabajo, que, teniendo en cuenta los votos de pobreza y austeridad, bien podrían ser. Pero es que, en su segunda declaración, la del día 1 de Marzo, la madre superiora aseguró que, eran producto de sus actividades de encuadernación y restauración y de su actividad pictórica, ya que en el convento vive Isabel Guerra, una monja muy cotizada, que pinta como los Angeles. Como podéis ver, todas, actividades lícitas y declaradas al fisco. Además, el abogado y portavoz de las religiosas, declaró a los medios de prensa, que parte del dinero lo acababan de sacar del banco para dar limosna, que no todo eran billetes de quinientos euros y que atesoraban el dinero en el convento “dado que no pueden salir a menudo a la calle a sacarlo”. Pues nada, todo aclarado…

Ahora bien, yo les diría un par de cosas a los implicados. Al ladrón o ladrones que, aunque no sepamos si el dinero es blanco o negro, lo que si es cierto es que, es dinero “sagrado” y, por tanto, la pena que les espera es doble, una terrenal y otra espiritual. Al abogado, le voy a decir poco, porque, visto lo visto, a lo mejor hasta me implica a mí. Y a las monjas, quiero recordarles varias cosas: lo primero es que en su recogimiento, interioricen y revisen los mandamientos de Dios que han incumplido, porque, como bien sabrán, pueden dar lugar a un pecado mortal y a mí, al menos me salen dos: “No levantarás falso testimonio ni mentiras” y “No codiciarás bienes ajenos”. Segundo, que existe un pecado capital llamado avaricia. Y, tercero, que la espiritualidad cisterciense se basa en el trabajo manual sin consideraciones económicas, solo por razones de subsistencia.  En cualquier caso, siempre les quedará el sacramento de la Penitencia, que, con el acto de arrepentimiento y de reparación del cristiano pecador, todo resuelto.                      

En fin, lo que Dios nos da, Dios nos lo quita.

Que la paz sea con vosotras, hermanas.

Hasta la próxima reflexión.

1 comentario:

  1. Ahora que soy padre busco mucho los descuentos, y ofertas, miro precios y comparo! sobre todo. Les recomiendo para los que son como yo, si quieren ahorrar en la compra www.carritus.com.
    Gracias por el post!! muy útil.

    ResponderEliminar