miércoles, 1 de febrero de 2012

El trono real





Querido blog,

La noticia que te comento hoy, ha puesto al descubierto mis carencias de conocimientos  sobre el tema que nos ocupa, y me ha llevado directamente a la “sala de pensar” para reflexionar sobre una de sus piezas más importantes, el retrete.

Nunca, hasta ahora, había costado tanto ir al baño. Y digo esto  porque, la famosa y prestigiosa joyería japonesa Ginza Tanaka ha confeccionado un lujoso inodoro tachonado, ni más ni menos que, por 72.000 cristales de Swarovski  perfectamente engarzados, con un costo aproximado de fabricación de 10 millones de yenes (unos 128.000 dólares, al cambio) y un tiempo de fabricación de un mes. El sanitario se exhibe actualmente en el showroom de Lixil que se encuentra en el famoso distrito comercial de Ginza, en Tokio, donde han asegurado que en caso de que no se venda seguirá en exposición hasta final de año. Y es que, la pieza no solo vale “un ojo de la cara” sino también, “un ojo del culo”.



El director de la sala de exposiciones, Kazuo Sumimiya, ha comentado: “Creemos que en la existencia de una deidad en los baños, por eso los mantenemos limpios y bien cuidados”. ¡Estos japoneses…! Ahora me explico, porque en el excusado, me siento como en la gloria. En rueda de prensa, el señor Kazuo también hizo las siguientes declaraciones: “Mucho ha sucedido en Japón este año, y sólo cuando nos acercamos al final del año, hemos querido mostrar este inodoro con la esperanza de que el próximo año sea más brillante". Y yo me uno a tan digno deseo. Pero lo cierto, es que para no deslumbrarnos, con tanto brillo y tanto cristal, habrá que entrar en el baño donde se encuentre este retrete, con gafas de sol.

De todos modos, he de reconocer que este inodoro no es el más extravagante que existe. Porque, aunque no lo creas, existen retretes de todo tipo. Te cito unos cuantos:
 Inodoro ecológico: que no necesita ni agua ni productos químicos para funcionar.
-         Inodoro sofisticado: también conocido como Washlet Zoe, e incluido en el Libro Guinness  de los records. y que  tiene una serie de funciones adicionales, tales como secador, calentador de asiento, opciones de masaje, controles de ajuste del chorro de agua, apertura automatizada de la tapa, activación de la cisterna tras el uso, paneles de control inalámbricos, calefacción y aire acondicionado para la habitación, etc.
-    Inodoro ergonómico: adaptados para todo tipo de personas,  altas, bajas, gordas, delgadas, discapacitadas…
-           Inodoro inteligente: que mide la edad, el azúcar en sangre, la presión arterial, el índice de masa corporal y el peso corporal, la temperatura,  etc… 
-Inodoro musical: capta la sensación de cercanía y abre la tapa automáticamente, calienta el asiento a una temperatura agradable, y al mismo tiempo deja oír la música preferida almacenada en una tarjeta SD que incorpora. Después del uso se limpia de forma automática.
-         Inodoros de diseño: con formas de flor, de acuario, de trompeta, de robot, de boca, de monja, de lavadora, de presidente de los EEUU, de …

Pero, aunque no tenga tanto glamour como el de la noticia de hoy, el retrete que se lleva la palma, es un inodoro francés de porcelana blanca de 1887, pintado a mano por dentro y por fuera con una técnica de oriente en tinta de calamar azul y que todavía se encuentra en uso. Su valor ronda los 700.000 dólares según el museo del Louvre, ya que solo se conservan tres en todo el mundo. Total, para cagar (con perdón), lo mismo da ocho que ochenta.




Y es que, si no fuera por estos momentos, y por los que pasamos en el baño…., que sería de la vida.

Recibe un cordial abrazo y hasta la próxima reflexión.

Un lector.